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Cuentos del Molino de Papel: Laura ya no vive aquí
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. Laura ya no vive aquí. A través de la ventana el paisaje es cemento y uralita, asfalto y ladrillo. Las gotas de lluvia se pasean por los cristales, haciendo slaloms entre los frágiles copos de nieve que se derriten a su paso. Jueves, 7 de Abril 2005.
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Cuentos del Molino de Papel: MARS (Un cuento de juguete)
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. MARS (Un cuento de juguete). Mamá ¿es verdad que hay hombrecillos verdes en Tierra? 191;Quién te ha contado eso, Badger? El papá de Minx tiene mucha imaginación, Badger, no olvides que su trabajo es contar historias. 191;Y si fuera verdad? Está bie...
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Cuentos del Molino de Papel: Nostalgia
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. Como música de fondo suena The way we were. El piano desgrana las notas como si fueran gotas de agua zambulléndose en un estanque y un violín hace las hace revolotear en las ramas de un pentagrama. Feelings, nothing more than feelings,. Feelings, f...
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Cuentos del Molino de Papel: La casa blanca
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. En el corazón de ese patio, donde latía la fuente y asombraban los árboles, Isabel se acomodaba en su sillón de enea, sosteniendo entre sus dedos largos la circunferencia de madera del bastidor y en ella dibujaba otros jardines, complicados y oníri...
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Cuentos del Molino de Papel: La pequeña
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. Ella vivía detrás de los barrotes de hierro forjado de un balcón, uno de tantos balcones del pequeño barrio de los pescadores, acotado entre el paréntesis de la mar y de la vía férrea que lo separaban de la gran ciudad. Lunes, 29 de diciembre 2003.
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Cuentos del Molino de Papel: 22/04/07
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. La muerte debe ser igual que esto. Se dijo, con una sensación de angustia subiéndole desde la boca del estómago- Nada. Ni siquiera oscuridad. Solo una masa amorfa, envolviéndote. Cuando al subir el sol quemó la niebla y la hizo huir, un par de hora...
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Cuentos del Molino de Papel: Partida de billar
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. Al fondo del local, bajo una luz cenital, extiende sus pastos verdes un pool de billar. Madera oscura y pulida. A su alrededor, varias banquetas flanquean las fronteras. No sé jugar. Juega tú, y te miro. Tú eres más chiquita. Automáticamente pienso...
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Cuentos del Molino de Papel: El grano
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. Solo tengo una pequeña duda. ¿disparo directamente o a través de la almohada? Creo que optaré por la segunda idea. Despertar a todo el vecindario sería poco educado. Martes, 13 de Abril 2004. Ver todo mi perfil. El Árbol sin raíces.
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Cuentos del Molino de Papel: Carta prohibida a un amor ausente
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Cuentos del Molino de Papel. Un tímido sol comenzaba a asomar entre las copas de los árboles, haciendo brillar los charcos que salpicaban el camino embarrado. Cuando me dí la vuelta para despedirme, ni la casa ni su propietaria estaban allí. Tengo los cuentos. Carta prohibida a un amor ausente. Hace frío. Estoy aquí sentada, meditando, dando vueltas a pequeñas naderías. Decidí ponerme a coser (esta vez trapos, no historias). Pero la mente pasea mientras las manos trabajan. El sueño se insinúa. La cos...
